Rodrigo Fresán, Jardines de Kensington
El estallido cultural
El palacio de cartón
Tres poemas sin titulo ni autor
El terapeuta en los tiempos de cólera
Sólo para locos
El silencio de Dios
Albert Camus
Depende
Incomunicadores
La intelingencia de las manos
Haikus arbitrarios
Aquello que no
Las otras miserias
La estrategia del tiempo
No tan santa
Cerebroless
Un arco iris nada especial
Haiku/s arbitrarios
Micro-Circo
Herido
Adviento
S/T
El Pudor
Freak Piercing
Final García
Hora de juego
Mírame mucho
La rigurosa asimetría de lo bello
Imágenes paganas
Tres poemas sin titulo ni autor

1.

Se habían reunido
para verme saltar sin red,
sin alas,
sin razón,
sin espacio.
Se encontraron
para rozar la caída,
anunciarla en sus ojos,
presentirla
en cada pulso del aire.
Querían verificar hipótesis
corroborar datos
sacar la conclusión pertinente.
Los vi temblar y desear.
Mi sangre
-advertida-
se apiadó de nosotros.
Y no saltó.

2.

Ver
esos ojos
desplomados,
me obliga a pedir perdón
por no tener
un pañuelo limpio
en donde resguardarlos
de su lamento inmóvil.

3.

Mi madre, la lluvia, ha muerto.
O debiera decir simplemente
que cesé de llover.
Mi padre, el bosque, agoniza.
O debiera escribir solamente
que ha llegado el otoño.
Mi amada, la niebla, se viste de oro
y llamas o debiera callar
que ha llegado la Luz.
La Luz, siempre desnuda, la que engarza.

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Establecer imprecisiones. Abandonar al lector a su lectura. Sin referencias, inexorablemente categóricas, como "título" y "autor".
Imprudente ejercicio de libertad. Ensayo.
Acaso un ladrillo menos en la pared, una flecha más en la niebla.

Guillermo Bogani
Publicado en leedor.com